Dos Argentinos
Menos
mal que del pasaje del tren zafo con un “jubilado” al pasar el molinete, el
inspector me deja seguir, porque con esta pinta si no soy jubilado soy un viejo
pobre…que al final es lo mismo. Me falta un año y ocho meses para jubilarme por
edad…dos inviernos mas, va a ser difícil, pero ya e pasado algunas mas bravas
que esta, que esta medio pesada esta ves.
Salí del
la estación por el túnel que da al
norte, ahora eran veinte cuadras hasta lo de mi hermano “el rezongón”, a la
tarjeta “Sube” no la puedo engrupir con “jubilado”.
Lo voy a
visitar porque esta algo enfermo, y de paso para garronearme el almuerzo que mi
cuñada, seguro, va a poner para mi en la mesa.
Demore
un poco en salir del túnel porque las escaleras ya no son como antiguamente,
bueno, mis piernas ya no son como antiguamente.
Justo en
la boca del túnel había una mesa, donde un pibe de unos veinte años vendía
escarapelas…que ganas de tener una en la solapa, me acorde de cuando iba a la
escuela y mi vieja, para esta fecha, me ponía una del tamaño de un plato en el
delantal blanco..
Vendía
escarapelas, banderitas de papel y tenía
unas de tela, de esas con el sol bordado, dorado y sonriente, grandes…lindas.
Pase
despacio y mire las escarapelas, si hubiera tenido para el colectivo me hubiera
comprado una, y me hubiese hecho las veinte cuadras desfilando…como en el
colegio.
El pibe
estaba parado al lado de la mesa y cuando pase agarro una escarapela y sin
decirme nada me la uso en la vieja solapa de mi campera, lo mire a los ojos…
_.No tengo un guita pibe…_
_.Se la
regalo._
me dijo
en el medio de una sonrisa franca
_.Seguro que usted se la merece._
Le quise
decir algo así como que el se la merecería pero el llanto me llego de golpe,
arrastrando mis miserias, mis necesidades…mi pobre vida.
No me
gusta que me vean llorar, me di vuelta y empecé a caminar…no había hecho ni
tres metros cuando sentí:
_.Señor…señor._
Cuando me volví el pibe estaba al lado mío, con una
bandera de las bordadas, de las mas lindas, me la estaba ofreciendo con las dos
manos, como debíamos recibir la bandera que bajábamos del mástil todos los días
en la escuela…y así la recibí
Con la
cara llena de lagrimas solo atine a decirle
_.Gracias
hijo…._
Y el me
contesto con los ojos húmedos:
_.De
nada compatriota._
Gabriel Criscuolo
Gabriel Criscuolo
25/5/2012
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