La indiferencia filosófica es la única actitud razonable en una vida en la cual la lucha por la existencia esta tan injustamente condenada a una derrota inevitable.  Si la victoria es enteramente imposible, debe ser desdeñada. El secreto de la paz no es volver nuestras realizaciones iguales a nuestros deseos, y si bajar nuestros deseos al nivel de nuestras realizaciones. Si lo que usted tiene le parece insuficiente aunque posea el mundo igual se va a sentir infeliz.

La naturaleza de la vida se nos presenta de tal manera que nos despierta la convicción de que en realidad nada, pero lo que se dice absolutamente nada, vale nuestra lucha, nuestros esfuerzos y disputas; que en realidad todas las cosas buenas son vanidad de vanidades y que el mundo, en todos sus aspectos, esta fundido y que la vida es un negocio que no da para cubrir los gastos.